La Argentina se encamina a exportar menudencias al gigante asiático, un mercado que paga mucho más por un segmento de bajo precio en otros destinos habilitados. “Tendremos 28 nuevos productos de todas las categorías de animales para ofrecer, algunos de los cuales hoy tienen valor residual, un gran paso para maximizar la integración de la res”, afirma el MV Rodolfo Acerbi.

Rodolfo Acerbi.

Rodolfo Acerbi.

Una de las claves para optimizar el negocio ganadero es enviar cada producto al destino que mejor paga por él. Cuántos más mercados haya abiertos, más cerca se estará del objetivo. En ese sentido, la Argentina está dando los últimos pasos para abrir el segmento de menudencias cocidas y crudas a China, cliente que abona mucho más por una mercancía que mayoritariamente tiene bajo valor en otros países.

En diálogo con Valor Carne, el MV Rodolfo Acerbi, vicepresidente del Senasa, contó los detalles de la negociación, en cuánto tiempo estaría operativo y qué tienen que tener en cuenta frigoríficos y productores frente al nuevo negocio, que será posible gracias a un consistente trabajo sanitario en aftosa que involucra a toda la cadena ganadera.

“Acabamos de responder las últimas consultas de China sobre la situación actual de la aftosa. Fueron preguntas con buena intención, por ejemplo, sobre la cantidad de muestras que se toman en animales centinelas para determinar la ausencia de actividad viral”, sostuvo Acerbi, en relación al proceso para elaborar el capítulo de menudencias que se incluirá en el Acuerdo General de Carnes Bovinas firmado en 2018.

Tras el acuerdo bilateral entre ministros alcanzado en mayo, en julio llegó el intercambio técnico, para lo cual viajó a Beijing una comitiva del Senasa liderada por Acerbi, a fin de analizar el tema de las menudencias bovinas, porcinas y algunos rubros aviares, entre otros.

Un detalle importante es que mientras las menudencias porcinas quedaron operativas para el producto cocido, las bovinas tuvieron que pasar por una etapa extra porque el protocolo vigente no tiene un capítulo de menudencias. “China decía que la situación de la aftosa lo impedía, un sinsentido porque sí incluye carne con hueso”, explicó Acerbi. Pero en esta instancia, cuando mandamos todos los informes nos dijeron: ‘ahora, en vista a la excelente situación, que es equivalente a la de Uruguay, vamos a abrirlo”, reveló.

De este modo, la Argentina podrá exportar “un producto nuevo que estaba entrando vía Hong Kong, a un precio sustantivamente menor”, planteó. Se trata de 28 menudencias, un listado surgido de un acuerdo con la industria.

¿Cuándo podría estar operativo el mercado? “Sabiendo como son todos los procesos, estimo que nos va a llevar hasta fines de  2023”, respondió Acerbi.

Por el momento, hay que esperar la decisión de China tras las respuestas enviadas por el Senasa estos días. Si no hay diferencias, se daría por cerrado el acuerdo y pasaría a la firma. A partir de ahí, la gestión quedará en manos de los frigoríficos que ya están habilitados para exportar carne a China y ahora tienen que ampliar rubros completando el protocolo del Sistema CIFER (China Import Food Enterprises Registration). Esa información es validada por el Senasa y enviada al país asiático. Los tiempos de alta dependen de la administración china.

El aporte de las menudencias

En los primeros siete meses del año, las exportaciones de menudencias y preparaciones bovinas de la Argentina sumaron 83 mil toneladas, por un total de USD116 millones, según datos del Consorcio ABC.

Los principales precios promedio son USD/t 3.475 para lenguas congeladas y USD/t 988 para los hígados congelados, ambos con Rusia a la cabeza de las compras; USD/t 2.001 por los rabos congelados, con Sudáfrica como mayor cliente; y USD/t 1.567 para las preparaciones bovinas, mayormente enviadas a Hong Kong.

Por su parte, las compras de China vienen creciendo en los últimos años en volumen y precio por tonelada.

Según datos de la Aduana china, en el primer semestre del año el país importó casi 18 mil toneladas. Uruguay fue el principal proveedor (40% del total), seguido por EE.UU. (27%) y Nueva Zelanda (17%). Pero además, EE.UU es el mayor proveedor de lenguas, que en junio se pagó USD13 mil la tonelada, muy parecido al precio de la cuota Hilton.

Con esos antecedentes, para Acerbi, la apertura del mercado chino va a mejorar los valores a los que hoy exportamos. “Hay productos como aorta, pene, testículo o tendones, que hoy tienen un valor residual. Y si bien no son volumétricos, seguramente serán equivalentes en precio a la punta del ala o la garra en los pollos, que no tenían un mercado en la Argentina y hoy cotizan a USD/t 4.500 en China. Me imagino que va a ser algo parecido nada más que, a diferencia del aviar, vamos a tener 28 productos para ofrecer”, analizó.

En términos comparativos, consideró que este negocio podría significar un aporte similar al que hacía el cuero en los años 90. “Va a valorizar un producto que hoy es de bajo valor. No sé exactamente cuánto van a cotizar, pero pienso que va a ser como era antes el cuero, que te pagaba gran parte de los gastos de la faena y ahora tenés que pedir por favor que te lo retiren”, confió.

Otro punto a favor es que “las menudencias no están incluidas en los cupos de exportación”, lo que contribuiría a generar volumen.

Productor & industria

En la construcción de ese valor extra, los ganaderos también tienen mucho que trabajar junto a la industria. “El desarrollo de las razas hizo que haya muchas actividades en distintas zonas del país. Ya no está la cría en el norte y la invernada en el sur. Por eso, les diría a los ganaderos que hablen con los frigoríficos que están cerca de sus campos y vean qué producto demandan”, subrayó, resaltando que “muchas veces el animal que hace el productor no es lo que busca el frigorífico que tiene a 100 km, por lo que la hacienda tiene que viajar mucho más para ir a una industria adecuada a ese animal, sumando costos innecesarios”.

En otras palabras, para Acerbi, “la dicotomía campo- industria debería amalgamarse en la búsqueda del producto que se necesite para encontrar el mejor precio”.

Para lograrlo, el primer paso es que los campos estén habilitados para exportar a todo destino, así el frigorífico puede enviar cada producto al que mejor le pague, algo que también ayuda a sortear los condicionamientos que hoy tiene la exportación.

“La mayoría de la carne que le vendemos a China es vaca D y E. A la vez hay cupos para vender carne de las otras categorías de vacas. En el caso de las menudencias, todas las categorías podrían ir apto China al frigorífico, cumpliendo con las exigencias de origen. Así, independientemente del destino final de las carnes, todas sus menudencias podrían ir a ese destino”, explicó.

A modo de ejemplo, planteó que se puede tener “un novillo con aptitud Hilton que venga de un campo que también está habilitado para China. Entonces, el frigorífico le puede mandar el rump & loing a Europa y las menudencias a China. Eso también debería valorizar al animal”.

¿Qué tiene que hacer el ganadero? “Básicamente ir a la oficina más cercana del Senasa y decir ‘yo quiero estar habilitado para todos los destinos, ¿qué tengo que hacer?”. China y Unión Europea tienen requisitos muy claros, que cubren el resto de los destinos. Para exportar a China tiene que ser un campo negativo de brucelosis entre otros, en el caso Hilton o UE tiene que requerimientos sanitarios muy accesibles de certificar. Son cuestiones sencillas”, destacó.

Específicamente, sobre brucelosis, Acerbi fue más allá de la demanda de los mercados. “La norma del Senasa es cumplible ciento por ciento y más allá de que lo exija China, hoy el que quiera producir carne y tiene el campo con brucelosis no entendió que la sanidad es una inversión y no un gasto, es el primer escalón sanitario para lograr que una vaca produzca un ternero por año. No debería encararlo por China, sino por su propio negocio”, aseveró.

Lo que viene

Por último, Acerbi destacó la importancia de la habilitación para seguir posicionando al país en los destinos internacionales y los nuevos pedidos de China. “El año pasado abrimos México con la auditoría más numerosa que se recuerde en la historia del Senasa. Esta apertura de China nos suma un antecedente excelente en los mercados del sudeste asiático, que son muy demandantes de este tipo de productos, para gastronomía o balanceados para mascotas”, reveló.

¿Con esto se completa la agenda sanitaria bovina con China? “Nos pidieron dos temas de interés: los cálculos biliares y el suero fetal bovino. Son dos productos de altísimo valor, destinados a la industria farmacéutica y de cultivos celulares. Nos mandaron un protocolo modelo que estamos analizando. Con esto ya tendríamos un abanico enorme para seguir en el camino de maximizar el valor de nuestra ganadería”, concluyó Acerbi.

 

 

 

 

Por Marcos Lopez Arriazu, Jefe de Redacción de Valor Carne

www.valorcarne.com.ar