Se llevó a cabo un nuevo Congreso Maizar donde se destacó el aumento de producción del maíz. Desde la Bolsa de Cereales, señalaron que en las campañas 2019/20 y 2020/21 superó la producción de soja.
Por otra parte, el cultivo aportará este año 14.500 millones de dólares al PBI, 8.000 millones de dólares a las exportaciones y 3.500 millones de dólares a las arcas fiscales. Este crecimiento se basó en tres pilares: oferta, demanda y tecnología
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En este sentido, el jefe del Departamento de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa, Esteban Copati, diferenció tres etapas en los últimos 20 años:
- Hasta 2010, en que el área sembrada se mantuvo por debajo de los 3 millones de hectáreas, mientras aumentaba fuertemente el cultivo de soja.
- A partir de 2010/11, cuando gracias a la diversificación de fechas de siembra y el inicio del maíz tardío se llega, en 2015/16, a 4 millones de hectáreas sembradas, en un contexto todavía adverso.
- A partir de 2016, cuando gracias a la reducción de las retenciones se produce un gran aumento del área y la producción: hasta 6,3 millones de hectáreas y cerca de 50 millones de toneladas.
Entre 2010 y 2020 la superficie se duplicó y la producción se triplicó, gracias a la tecnología, explicó el especialista. Además, agregó que en la última campaña estuvo muy marcada por el clima y se perdieron unas 200.000 hectáreas.
Por otra parte, Copati habló de la dinámica de siembra y cómo cambió. De esta manera mencionó que hubo un importante traslado de superficie sembrada hacia noviembre/diciembre.
“Ese fenómeno se dio en Córdoba, la zona más maicera del país, donde el 80% de la producción es de siembra tardía, y no en la zona núcleo pampeana, donde el 80% es siembra temprana”, aseguró. A diferencia del oeste de Buenos Aires y el norte de La Pampa, las proporciones son 50/50 %, y en los últimos años la producción de maíz se extendió hacia el norte del país, gracias a la nueva genética de semillas.
Tecnología
La analista del Departamento de Investigación y Perspectivas Tecnológicas, Sofía Gayo, precisó que hasta 2016 predominaron los “planteos defensivos”, para sostener el cultivo. Luego, explicó, que hubo un avance que permitió pasar del 39 al 52% en el Indicador de Nivel Tecnológico (INT) que releva la Bolsa de Cereales.
“El INT se estabilizó luego, para situarse hoy cerca del 50%, con unos 3,2 millones de hectáreas de maíz donde se aplica alta tecnología”, destacó. Además, agregó que el maíz es el cultivo con mayor adopción de tecnología.
“En 7 años cambió el uso del tipo de híbridos de maíz, de 63% de semillas con eventos apilados a 92%, en detrimento de semillas con eventos simples”, precisó. Estos cambios posibilitaron la siembra de maíz en zonas extrapampeanas.
Por su parte, la diversificación de fecha de siembra fue posible por las innovaciones en el manejo técnico del cultivo. “La tecnología y la diversificación de fechas de siembra hicieron del maíz un cultivo más federal”, destacó Gayo.
Sin embargo, remarcó que aún hay importantes brechas de rendimiento entre productores (entre 5 y 10%, o hasta 20% en zonas extrapampeanas) y entre el nivel actual y el potencial que puede alcanzar el país. La investigadora estimó un aumento de rendimientos de hasta el 37%. “La clave está sobre todo en el manejo de la fertilización”, argumentó.
Demanda
El asesor en compañías de trading de granos, Jorge Domínguez Brando, trazó el historial reciente y el presente del mercado mundial. Argentina fue en los 90 el segundo exportador, posición que perdió a menos de Brasil.
En la actualidad, es un jugador importante con 15 y 20% de las exportaciones totales, entre los grandes proveedores, grupo al que se sumó Ucrania. En cuanto a las perspectivas, Domínguez se basó en el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) que proyectan hasta 2030 un aumento importante de la demanda mundial de granos forrajeros y oleaginosas, y algo menos del trigo.
“En volumen, el USDA estimó esa expansión de 220 millones de toneladas actuales a 270/280 millones hacia 2030, proyección que no contemplaba el fuerte aumento de la demanda china de forraje, que en el último año absorbió 40 millones de toneladas y podría llegar a 60 millones de toneladas, de las que 50 millones serían de maíz”, agregó.
También destacó que Argentina es un país barato y compite con el maíz de Brasil, Estados Unidos o Ucrania. “La diversificación de fechas de siembra juega a favor, porque evita concentrar la oferta en 3 meses», agregó.
Fuente: Agrofy News