En pleno auge de la recría, el criador se enfrenta a este interrogante poniendo sobre la balanza que debe postergar la venta e incurrir en costos extra. «A valores de hoy se obtiene mejor resultado recriando, ya que la disminución del precio a medida que aumenta el peso del ternero es compensada por la cantidad de kilos comercializados», afirman desde el ministerio de Agricultura.
Más allá de que la recría es fundamental para aumentar la eficiencia del rodeo y las exportaciones de carne, el criador muchas veces se pregunta con qué peso conviene vender el ternero de destete, teniendo en cuenta que pueda postergar la decisión de venta para sumarle kilos y es posible que deba cargar con costos extra.
El quid de la cuestión está en que los precios de mercado de los terneros disminuyen a medida que se incrementa el peso por cabeza, según un informe de la Dirección de Estudios Económicos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. En tal sentido, pasando los 140 kg/cab, por cada kilo adicional se paga menos, tal como se registra en los remates de abril de 2020 (196.168 cabezas en todo el país) publicados por www.entresurcosycorrales.com.ar.
Esto, a su vez, tiene incidencia directa en el «precio implícito del ternero», que puede ser una limitante para el margen del negocio de la recría, a pesar de la gran eficiencia biológica de esta etapa. Esto se debe a que ese parámetro relaciona el valor del kilo adicional logrado en el mercado con la relación compra-venta. En concreto, surge del precio de venta menos el precio de compra dividido por los kilos agregados.
En el siguiente gráfico se detalla el precio implícito por cada kilo adicional respecto a la categoría inmediata anterior:
Como se puede observar, pasando los 140 kg/cab (110,5 $/kg), por cada kilogramo adicional el precio implícito resulta menor:
«Sin embargo, esto no significa que sea peor negocio (ni mejor) postergar la venta para recriarlo”, indican los especialistas, detallando que cada productor debe atender a diferentes variables frente a este interrogante, pero sin dudas los costos de oportunidad del forraje y de la tierra inciden en la respuesta.
Los modelos
Para aclarar el dilema, el Ministerio modelizó distintos planteos de cría de la Cuenca del Salado, de mediana escala y nivel tecnológico predominante, calculando los costos y márgenes correspondientes, con precios promedio de abril de 2020.
El modelo básico (1) vende los terneros al destete (175 kg para los machos y 170 para las hembras). Los modelos (2), (3) (4) y (5) recrían los terneros machos hasta los 250 kg (y las hembras hasta 210kg), durante cuatro meses.
Una diferencia entre los que recrían el ternero, es que mientras el modelo (2) tiene excedentes estacionales de pasto y personal, y por lo tanto no implica costos extra, el (3) necesita un 33% más de personal temporario y el (4), requiere la implantación de un verdeo de invierno en el 6% de la superficie (27 ha) al igual que el (5). Este último, además, paga el arrendamiento de esas hectáreas ya que el campo no cuenta con suelos aptos para esos cultivos.
Los precios de venta en los casos (2), (3), (4) y (5) resultan un 9% inferior (machos) y un 2% inferior (hembras) respecto a los del modelo básico.
Los resultados económicos se pueden ver en el siguiente cuadro:
Para reflexionar
La conclusión es que, con los actuales niveles de precios, en todos los casos es conveniente hacer la recría, aunque se incurran en costos extras, ya que la diferencia de precio por vender un ternero de mayor peso es compensada por la mayor cantidad de kilos que se comercializan. Incluso, en el modelo (5), el que requiere más recursos, la diferencia con el básico es de casi +6% en el margen bruto y +13% en el resultado neto, ya que los gastos de estructura no varían.
Debe destacarse que estas conclusiones son válidas con estos precios y a los pesos de venta evaluados. Si se recriara el ternero hasta los 300 kilos, por ejemplo, las diferencias podrían ser otras (y los costos mayores).
Más allá de estos resultados, no todo es favorable para tomar la decisión de avanzar con la producción de terneros más pesados. «La implementación de estas prácticas no siempre es sencilla, por la dificultad de conseguir personal o contratistas, además de que se debe disponer de potreros adicionales o salir a arrendar campo. Asimismo, se debe evaluar la complicación de colocar un ternero en el mercado en los meses de junio/julio», advierten desde el Ministerio.
«Sin embargo, lo significativo de este análisis es que los resultados obtenidos en abril de 2020 confirman los de años anteriores, ya que la merma en el precio del ternero más pesado es similar», finaliza el informe.
Fuente: Valor Carne