Las bajas no se trasladaron a los consumidores
Las bajas no se trasladaron a los consumidores 

CÓRDOBA.- En plena cuarentena por el coronavirus, los precios para los productores de carne vacuna, cerdos y pollos se redujeron entre 5 y un 11% nominal en el último mes y, en paralelo, su precio de venta al público aumentó en algunos casos casi en los mismos valores, según el economista del Ieral, Juan Garzón.

El economista planteó que, en general, en tiempos de crisis «la participación del productor es la variable de ajuste» y que la situación que se da debería servir, al menos, para que no haya más subas en las góndolas. En marzo pasado, según datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (Ipcva), la carne vacuna al público subió un 5,8% promedio, el pollo fresco lo hizo un 9,1% y el pechito de cerdo 2,6%. 

Garzón indicó que con los problemas económicos derivados de la cuarentena por el Covid-19 era de esperar una reducción en la demanda de productos básicos -los consumidores sufren caída de ingresos e incertidumbre en el plano laboral- y que en ese segmento hay algunos ítems en los que la reducción es más que en otros.

Por ejemplo, en las proteínas de origen animal hay menos ventas no solo en el mercado interno sino en las operaciones de exportación. Según datos del Ipcva, ocho de cada diez consumidores están interesados en las ofertas de carne y la venta de asado bajó 35% respecto a los meses previos.

Precios del cerdo, novillito y pollo entre la tercera semana de marzo y la tercera de abril
Precios del cerdo, novillito y pollo entre la tercera semana de marzo y la tercera de abril

«Un clásico que se da en las cadenas es que el ajuste se concentra en el eslabón primario y eso es lo que se está viendo en el caso de las carnes -dijo Garzón a LA NACION -. Los precios venían con una tendencia y se dio vuelta, cayeron en las tres variedades. La incógnita es si se puede profundizar o plancharse ahí». Insistió en que el ajuste calculado es nominal, hay que restarle la inflación.

A su entender puede que la baja de la demanda frene nuevas subas en el mostrador, pero cada eslabón busca mantener su margen operativo o achicar las pérdidas avanzando hacia el de atrás o el de adelante. «El supermercado y la industria tienen más poder que el productor, sobretodo el de sistemas intensivos de cría de cerdos o pollos», describió. En esos casos hay un plazo definido de engorde y todo el sistema está preparado para que el ciclo se cumpla. Indicó que ya el mes pasado hubo dificultades para colocar los cerdos en pie en los frigoríficos ya que todo el canal está afectado por las derivaciones de la pandemia

Fuente: La Nación