A los productores de oleaginosas que deban vender en estos días les convendrá más cargar el girasol que la soja. Los precios del primero ($15.400) en los puertos del sur superan en más de $1000 a los de la segunda. Aparentemente, la cosecha de girasol no fue muy abundante y lo producido está en manos fuertes; por lo tanto, los compradores deben ofrecer buenos precios para conseguir mercadería.
La situación de la soja es más compleja, con precios muy flojos, ante lo cual Sebastián Olivero, de la consultora INTL FCStone, aconseja esperar. «Con el correr de los meses, si se atenúa la pandemia, China puede volver a activar sus importaciones y cumplir lo pactado en la «fase uno»; la Unión Europea podría comenzar a demandar harina de soja, y la India, aceite», conjetura.
El especialista aconseja seguir de cerca la siembra y los stocks de soja en EE.UU. Allí crecerá el área sembrada, pero la campaña arranca con stocks de 13,07 millones de toneladas versus los 24,74 del ciclo previo. En el nivel local, ya ninguna estimación de cosecha de soja proyecta 50 mill./t y se barajan cifras entre 47 y 49 millones, al blanquearse la mala situación de la soja de segunda, afectada por falta de agua y enfermedades.
Olivero proyecta que finalmente se llegará a una razonable cosecha, pero con una provisión menos holgada para el segundo semestre del año, que puede incidir positivamente sobre los precios. También jugarían a favor las últimas estimaciones de producción de Brasil, más próximas a los 120 que a los 128 millones que se barajaban 40 días atrás.
Fuente: La Nación