La Mesa Nacional del Trigo reclamó la eliminación de las retenciones al cereal y pidió generar espacios de acuerdo en la cadena para que el Estado no intervenga en el mercado. Fue en el marco de la Fiesta Nacional del Trigo en Leones, Córdoba.
El Gobierno subió las retenciones al cereal del 6,7 al 12% y está habilitado por el Congreso para subir otro 3%. El campo rechaza cualquier aumento.
Por otra parte, en los últimos días hubo versiones sobre una eventual intervención del Gobierno para asegurar el abastecimiento interno. Los exportadores ya tienen comprada la mercadería para vender al exterior pero a los molinos les queda por adquirir 4,5 millones de toneladas. Más allá de algunas rispideces en el mercado, en la cadena afirman que no habrá problemas. Los molinos y los exportadores están trabajando en un entendimiento.
Julián Echazarreta, secretario de Agricultura de la Nación, estuvo presente en Leones y valoró que la cadena trabaje por un entendimiento sin intervención.
«Eliminar los derechos de exportación pues son un impuesto distorsivo que desalientan la producción», dice uno de los puntos de un documento de la Mesa Nacional del Trigo.
«Generar espacios de acuerdo entre los actores de la cadena para la no intervención del Estado», agregó.
Entre otros puntos también se pactó avanzar en la creación del Instituto de Promoción del Trigo Argentino.
En la reunión, Alejandro Ferrero, de la Sociedad Rural Argentina (SRA) en Córdoba, explicó por qué se deben quitar las retenciones al trigo.
«La ausencia de retenciones es un incentivo positivo contundente y tiene un efecto favorable inmediato sobre las expectativas del productor y su producción: en efecto, el productor respondió a la quita de retenciones y eliminación de ROE a fines de 2015 duplicando la producción. Hay que volver a generar ese incentivo positivo», dijo.
También señaló que no hay problemas de desabastecimiento. «No es verdad que exista escasez de trigo ni amenaza de desabastecimiento, ya que la campaña que acabamos de terminar es, con 19 millones de toneladas, una de las más altas de la historia argentina, a pesar incluso de que en septiembre de 2018 se hayan reimplantado las retenciones para este cultivo. Por lo tanto, hay producción suficiente para abastecer el mercado interno y la exportación», indicó.
Los productores señalan que la incidencia del trigo en el precio final del pan no supera el 10 por ciento, aproximadamente.
En este contexto, productores cooperativistas de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires rechazaron también cualquier intervención sobre el mercado.
«Hoy las incertidumbres en las alícuotas de los derechos de exportación le pueden poner un freno al trigo de la próxima campaña y a la posibilidad de un manejo sustentable del cultivo», sostuvo Elbio Laucirica, titular de Coninagro Buenos Aires.
«Los representantes de las regionales de la pampa húmeda de Coninagro rechazan cualquier intervención a la producción», dijeron los productores de Coninagro Buenos Aires en un comunicado.
Fuente: La Nación