La condición climática actual es neutra. Hacia adelante, para la campaña de granos gruesos 2020/2021, estaría descartada la posibilidad de ocurrencia de un evento Niño. Las dudas de los meteorólogos son si se desarrollará una Niña débil o un año neutro. Con el correr del almanaque, recién a fin de año se podrá dilucidar si prevalece alguno de estos dos fenómenos, según adelantó el consultor Leonardo de Benedictis en un reciente webinar de Agroeducación.

Mientras tanto, en la región pampeana hay dos sectores diferenciados con relación a la disponibilidad hídrica: la franja costera, con buenos registros de lluvias en el este de Buenos Aires, Entre Ríos y en Corrientes, y la franja central, más comprometida, de Santa Fe y Córdoba. De Benedictis estima que la condición de humedad de la segunda zona no se compondrá significativamente en las próximas semanas.

Para el trimestre julio-agosto-septiembre, el especialista espera condiciones meteorológicas similares a las actuales, con lluvias no muy alejadas de los promedios históricos, que son escasas para el periodo. Las precipitaciones importantes recién comenzarían a activarse en septiembre-octubre, aunque con caudales desparejos y registros dispersos entre regiones.

Los mayores impactos de una eventual Niña podrían manifestarse hacia fin de año, con registros de lluvias menores a los normales en varias zonas. De manifestarse, el fenómeno podría extenderse a todo el verano. Eso no significa que los rendimientos de los cultivos serán ruinosos. «Por ahora la ocurrencia de La Niña es una posibilidad que habrá que evaluar mes a mes y considerarla en la planificación técnico-empresaria de la campaña agrícola», relativizó de Benedictis.

Fuente: La Nación