Luego de dos meses de inactividad por el coronavirus , la provincia de Buenos Aires flexibilizó la actividad de la construcción privada y en Cañuelas se retomaron las obras en el Mercado Agroganadero (MAG), que será la nueva sede del Mercado de Hacienda de Liniers que funciona desde 1901. El predio, ubicado sobre la ruta 6, podría estar finalizado a mediados de octubre próximo y tener los primeros remates antes de fin de año.
La apertura de esta semana, con previa presentación del protocolo del Covid-19 consensuada con el Municipio, el sindicato y las empresas, reactivó las ejecuciones de los contratos firmados a mediados de febrero pasado. Comenzaron a colocarse los primeros corrales y las columnas metálicas que harán de soporte a las pasarelas y los techos.Ads by
El 15 de febrero pasado, la empresa recibió el primer desembolso de $130 millones del crédito sindicado entre el Banco Ciudad y el Provincia. A partir de ahí, la obra tomó un impulso importante y se firmaron contratos con diferentes compañías e industrias.Coronavirus hoy en la Argentina y el mundo: minuto a minuto y las novedades del 21 de mayo
Con el dinero del crédito, sumado el aporte de los consignatarios, se pagaron los anticipos de obra de los 55.000 metros cuadrados de pisos de hormigón para la hacienda, la estructura del techo y de pasarelas (para cubrir una superficie de 37.000 metros cuadrados ) y la compra de corrales galvanizados para el sector de ventas y para la recepción de hacienda.
Tanto el techo y el material galvanizado utilizado en la obra alcanzan los protocolos exigidos para que la hacienda comercializada en el recinto pueda acceder a los distintos mercados de exportación.
«Ese desembolso inicial se aplicó a la contratación de obras de infraestructura, a la compra de corrales, red eléctrica de media tensión y a la estructura de hormigón armado para las casillas de los consignatarios», dijo a LA NACION Ignacio Mackinlay, del estudio Manau-Mackinlay Arquitectos.
Sin embargo, la pandemia y el aislamiento social obligatorio no solo detuvo los trabajos en el predio sino también en las industrias y talleres proveedores de los materiales para colocar allí. Hasta que días atrás el gobernador Axel Kicillof habilitó al sector de la construcción para trabajar.
«Hemos podido materializar los contratos de obra que se habían firmado y empezado a ejecutar antes de la pandemia. Este lunes, algunos proveedores desembarcaron en la obra intentando recuperar las semanas perdidas, pero todavía hay muchos otros que permanecen cerrados sin poder trabajar», puntualizó.
Para Andrés Mendizábal (h), presidente del MAG, fue muy importante la reapertura de la actividad porque posibilitó, sobre todo, la vuelta a las tareas a los dos proveedores de corrales. «La imagen de ver los corrales sobre la platea de hormigón hace más palpable y cercana la realización de este tan ansiado traslado», señaló.
«Para los tiempos que estamos viviendo es importante destacar el esfuerzo constante de los aportes económicos de las 45 casas consignatarias que hacen que se materialice este proyecto», agregó.
En este contexto, el viernes próximo se espera que funcionarios de los bancos que otorgaron el crédito acudan a la obra para certificar los avances y así efectivizar el último desembolso de igual monto. «El nuevo desembolso va a disparar el avance de los contratos pendientes como la ejecución de la planta de efluentes, la red de agua potable, eléctrica interna y de fibra óptica», indicó el responsable de la obra.
Por otra parte, Mendizábal dijo que está en proceso de cerrarse el contrato de concesión para el lavadero de camiones. «Será de 10 naves donde se podrán lavar hasta 400 camiones diarios que cumple con los requerimientos del Senasa y está en línea con el desarrollo de un mercado agrosustentable y exportador. Ese lavadero utilizará el agua de lluvia recuperada a través de los techos del predio», sostuvo.
Para los consignatarios, esta nueva ubicación del mercado de hacienda reduce los costos logísticos y de transporte, al evitar el ingreso de los camiones a la ciudad de Buenos Aires porque no solo «se descomprime el tránsito, sino que se produce un ahorro de combustible en el transporte y contribuye a la reducción de emisión de gases». En el predio de 110 hectáreas, junto al MAG se sumará un Polo Agroganadero Comercial (PAC) donde se instalarán empresas agroindustriales y viviendas sociales que también está en marcha.
Ayer por la tarde, personal del Senasa se acercó a la obra para intercambiar ideas con los directivos del MAG sobre los protocolos a seguir cuando el mercado esté en funcionamiento, que para los constructores estaría terminado a mediados de octubre, con posibilidades de «estar rematando antes de fin de año».
Asimismo, fuentes del Mercado de Liniers informaron que se mantiene una buena comunicación y diálogo con el Gobierno de la Ciudad, cumpliendo con las etapas preestablecidas para un ordenado traslado.
Fuente: La Nación