Ante el último resurgimiento del Covid-19, China está volviendo a poner las importaciones de alimentos congelados bajo la lupa. Las autoridades se basan en una controvertida afirmación de que es posible contraer el virus a partir de envases de alimentos, considerando que puede persistir en los mismos, y ha tomado medidas drásticas para frenar el riesgo.
Ciudades como Zhengzhou y Haikou reforzarán la inspección de los alimentos congelados importados para evitar la transmisión del virus, según informes de los medios locales.
Los huesos de cerdo congelados y las costillas de res procedentes de Gran Bretaña, Brasil y Canadá fueron incautados de un restaurante en la ciudad de Nantong porque los operadores no pudieron proporcionar certificados de desinfección o informes de pruebas de ácido nucleico.
Las autoridades sanitarias internacionales han restado importancia a la probabilidad de dicha transmisión, y la Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos argumentan que la posibilidad de contraer Covid-19 de los alimentos congelados es muy baja.
A pesar de esto, China ha estado probando los envíos de alimentos fríos para detectar rastros de virus durante meses; algunos supermercados incluso tienen refrigeradores separados para productos importados.
El último brote de 2021, que se detectó en el aeropuerto de Nanjing a fines de julio, está relacionado con la variante Delta altamente infecciosa y se ha extendido a casi la mitad de las 32 provincias de China en solo dos semanas.
Nanjing ha investigado más de 13.000 unidades comerciales y de producción de alimentos de la cadena de frío desde el brote y ha analizado más de 35.000 muestras, todas las cuales resultaron negativas para el virus.
La vacunación en la industria norteamericana
El procesador de carne más grande de EE.UU., Tyson Foods, anunció el martes que sus empleados deben estar completamente vacunados contra el coronavirus antes del 1 de noviembre, con un agradecimiento de USD 200 por el cumplimiento. “No tomamos esta decisión a la ligera”, dijo el director ejecutivo Donnie King en un memorando. Y agregó: “Hemos pasado meses alentando a nuestro equipo a que se vacune, pero en la actualidad menos de la mitad lo está”.
El mandato de vacunas junto con el pago está sujeto a negociación con los sindicatos. Los trabajadores de oficina recibieron un objetivo de vacunación para el 1º de octubre y los altos ejecutivos, al 24 de septiembre.
El procesador dijo que gastó más de USD 700 millones en medidas de COVID-19, desde comprar máscaras e instalar barreras protectoras en sus plantas hasta proporcionar pruebas y vacunas en el lugar. En mayo, Tyson Foods informó ventas trimestrales de USD 11,3 mil millones y un ingreso neto de USD 476 millones.
Fuente: Eduardo Blasina, Ganadería.uy
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