Hay que remontarse hasta enero-marzo de 2003, cuando la economía argentina comenzaba a recuperarse de la crisis de 2001-2002, para encontrar un promedio inferior.

La Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) destacó que en el tercer mes del año la faena de hacienda vacuna ascendió a 1,14 millones de cabezas. En relación a marzo de 2020 se observó una mejora de 4,1%. Pero cuando se corrige la serie por el número de días laborables, surge que la faena retrocedió 8,6% respecto a febrero y 8,9% en comparación con igual mes del año pasado. En tanto, la participación de las hembras se mantuvo en 45,6% de la faena total (-0,5 puntos porcentuales respecto al tercer mes de 2020). A lo largo de los tres primeros meses del año este ratio se mantuvo casi sin cambios, apenas por encima del límite superior del rango compatible con el sostenimiento del rodeo vacuno.

La faena de vacas ascendió a 211,1 mil cabezas, superando en 20,5% el número de marzo del año pasado. La faena de vaquillonas descendió a 308,7 mil cabezas (-6,4% anual), reflejando el interés de los productores por mantener y/o aumentar el stock de hembras en la cría dado los altos valores que alcanzaron los terneros de destete. Su participación en la faena total bajó a 27,1% (-3,0 puntos porcentuales interanuales).

Por su parte, en marzo de 2021 se faenaron 93.741 novillos, es decir 13,4% más que en marzo de 2020. Y la faena de novillitos subió a 508,7 mil cabezas (+2,9% anual), llegando a representar 44,6% de la faena total (-0,5 puntos porcentuales anuales).

En el primer trimestre del año la faena de hacienda vacuna sumó 3,181 millones de cabezas, ubicándose 2,2% por debajo del nivel alcanzado en el primer cuarto de 2020. En tanto, corregida por el número de días laborables acumulados, la faena resultó 6,6% inferior a la de un año atrás.

La producción de carne vacuna fue de 260 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h) en marzo de 2021, es decir 6,6% mayor a la de marzo de 2020. Pero, corregida por el número de días laborables, resultó 6,7% inferior. El peso promedio en gancho del animal faenado fue de 228 kilos y superó en 2,4% al de un año atrás, evitando una caída mayor de la producción. Empiezan a manifestarse las recrías largas a campo, motivo por el cual la oferta de animales de consumo se encuentra disminuida. Por ello, y a pesar de la escasa demanda del mercado interno, los precios no ceden.

De esta forma, en el primer trimestre del año la producción de carne vacuna sumó 725,3 mil tn r/c/h y resultó similar a la registrada en el mismo trimestre de 2020 (-0,4%).

El volumen absorbido por el mercado interno habría descendido a 527,3 mil tn r/c/h en el primer cuarto del año (considerando exportaciones de carne vacuna por un total de 198,0 mil tn r/c/h en tres meses; +11,8% anual) y el promedio mensual habría sido de sólo 175,8 mil tn r/c/h. La caída interanual habría sido de 4,3%, pero más importante aún es que habría sido el peor primer trimestre de los últimos dieciocho años. Hay que remontarse hasta enero-marzo de 2003, cuando la economía argentina comenzaba a recuperarse de la crisis de 2001-2002, para encontrar un promedio mensual inferior (que fue apenas 1,3% menor al de enero-marzo de 2021).

El Ing. Miguel A. Schiariti, de CICCRA, repasa que la continua retracción del poder adquisitivo de las familias y el mayor nivel de desocupación, explican la contracción de la demanda de carne vacuna registrada en los últimos tres años, sumadas a los cambios de hábito de consumo. En tanto, el cambio de la política monetaria/cambiaria a partir de las PASO de 2019, primero, y la gran emisión de pesos para enfrentar los efectos de la pandemia/’cuarentena’, después, llevaron a los productores ganaderos a refugiarse nuevamente en la cría y engorde de la hacienda vacuna, lo que se tradujo en una menor oferta de corto plazo.

«El abandono de la política de crecimiento 0% de la base monetaria encarada entre octubre de 2018 y julio de 2019, hizo que las tasas de interés reales descendieran y con ello se recuperara el negocio de la cría/engorde de hacienda vacuna. Ello se reflejó en la reducción de la participación de las hembras en la faena total, que pasó de una fase de liquidación de existencias hasta el segundo trimestre de 2019, a una de retención/sostenimiento en los siguientes trimestres. La reversión del ciclo ganadero impactó en forma inmediata en la oferta de hacienda para faena», comenta el Ing, titular de CICCRA.

Schiariti agrega que, a partir de mayo de 2020, con el relajamiento de la ‘cuarentena’, quedó en evidencia el exceso de oferta de pesos en la economía nacional. En ausencia de acceso a financiamiento voluntario, el gobierno nacional contó con la emisión monetaria como herramienta casi exclusiva para asistir a los grupos más afectados por la pandemia/’cuarentena’. Esto llevó a los productores ganaderos a comprar hacienda como forma de proteger el capital de trabajo, provocando que el precio de la invernada subiera a un ritmo elevado a partir de mayo. Combinado esto con el mayor costo del maíz en la segunda parte de 2020, llevó a los productores a realizar recrías largas de la hacienda para consumo sobre pasturas o a campo natural, lo cual extendió el plazo de ‘terminación’ del animal. Nuevamente, ello se tradujo en una menor disponibilidad de hacienda para enviar a faena. 

En consecuencia, desde el cuarto trimestre de 2017, que se volcaron al mercado interno 222 mil tn r/c/h promedio mensual, la absorción del mercado interno describió una tendencia descendente, no exenta de recuperaciones y retrocesos, hasta ubicarse en un promedio de 175,8 mil tn r/c/h mensuales en el primer trimestre de 2021. En los últimos tres años la producción de carne vacuna vendida en el mercado interno se contrajo 21% y llegó a establecer el volumen más bajo de los últimos dieciocho años.

En marzo de 2021, tomando el promedio móvil de los últimos doce meses, el consumo (aparente) de carne vacuna por habitante se ubicó en 49,3 kg/año. En relación al promedio alcanzado en marzo de 2020, se registró una disminución de 2,5% (-1,28 kg/hab/año). Y cuando se contrasta con el pico alcanzado en marzo de 2008 (66,2 kg/hab/año), que fue cuando el consumo interno fue muy favorecido por la forzada liquidación de existencias y por las restricciones impuestas a las exportaciones, la contracción fue de 25,5% (-16,9 kg/hab/año).

Exportaciones de carne vacuna

Se registraron exportaciones de carne vacuna por 45 mil toneladas peso producto (tn pp) en febrero de 2021. Fue el mejor febrero en décadas y el primero en que se registró un volumen exportado superior 40 mil tn pp. En relación al récord previo alcanzado en febrero de 2020, se observó una suba de 31,1%. China continuó absorbiendo casi 75% del total exportado por los frigoríficos argentinos (explicando la totalidad del crecimiento interanual del volumen exportado). En total, en el segundo mes del año se exportaron 64 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h), es decir 24,4% más que en febrero de 2020.

En febrero de 2021 se facturó un total de 186,3 millones de dólares por el volumen exportado de carne vacuna. En relación al mismo mes del año pasado se registró una suba de 4,3% (+7,6 millones de dólares). El incremento del volumen exportado más que compensó la continuada baja de del precio promedio. El precio promedio se ubicó en 2.907 dólares por tn r/c/h y resultó 16,2% inferior al de febrero de 2020.

En marzo de 2021 el precio promedio de la hacienda en pie comercializada en el Mercado de Liniers registró una suba de sólo 0,2% mensual. Fue la menor variación desde mayo de 2020, cuando comenzaron a relajarse las restricciones asociadas a la ‘cuarentena’.

En el tercer mes del año el precio promedio de la hacienda en pie tocó un máximo (nominal) de 146,4 pesos por kilo vivo, quedando 0,2% por encima del promedio alcanzado en febrero. Como ya se destacó más arriba, esta variación del precio promedio no fue relevante.

En lo que respecta a los precios pagados por los consumidores durante la primera mitad de marzo de 2021 (última información disponible), cabe señalar la gran diferencia que se observó entre carnicerías y supermercados del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).  En promedio los cortes vacunos comercializados a través de carnicerías mostraron un alza de 8,0% con relación a la segunda mitad de febrero, suba que llegó a 9,2% cuando se compara con el promedio del segundo mes del año. En tanto, los vendidos en los supermercados registraron una caída de 0,3% con relación a la segunda quincena de febrero y una suba de sólo 2,2% respecto al promedio de febrero. En el caso del pollo, la suba fue de 2,3% respecto a la segunda quincena de febrero (tanto en carnicerías como en supermercados) y de 8,0% (carnicerías) y 5,5% (supermercados) con relación a febrero completo. Y en el caso de los cortes porcinos, en carnicerías tuvieron un alza promedio de 1,4% y 2,3%, respecto a la segunda mitad de febrero y al mes anterior completo, y en supermercados, una baja promedio de 0,7% y 1,9%, respectivamente.

Fuente: Agrofy News