Según un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), las cadenas agroalimentarias generan el 24% del empleo privado nacional.

Cómo se distribuye el empleo al interior del agro. FADA
Cómo se distribuye el empleo al interior del agro. FADA

CÓRDOBA.- Dos de cada diez empleos privados se generan en alguna cadena agroindustrial. El dato deriva de un informe elaborado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA). Según los últimos números oficiales disponibles, son 3,7 millones de puestos de trabajo que generan estas cadenas.

“Cuando pensamos en el empleo agro sólo nos imaginamos productores, agrónomos, veterinarios y trabajadores del campo produciendo trigo, tomate, limón o criando un ternero, pero va más allá de eso, genera empleos en múltiples rubros urbanos como administrativos, comerciantes, personal de ingeniería, tecnología, investigación, mantenimiento, limpieza y una rueda interminable de puestos que se multiplican a lo largo de todas las cadenas”, describió la economista Natalia Ariño.

Las cinco cadenas que más crean trabajo son la de carne vacuna, con un 11,7%; la de frutas, verduras, hortalizas y legumbres, con 11,6%; trigo, 10%; soja, 9,8%, y maíz, 6,4%. Las cinco generan la mitad de todo el empleo agroindustrial.

El mayor generador de empleo es la producción (el eslabón primario) con el 38% del total. Le siguen la comercialización, con 25%; la industria, con 22%; transporte, 7%; servicios conexos, 5%, y maquinarias e insumos, con 3%.

Las cadenas agroindustriales se caracterizan, entre otras cosas, por ser federales, por realizarse a lo largo y ancho del país. “El 31% de los empleos en las cadenas agroindustriales pertenecen a las distintas economías regionales. Por poner algunos ejemplos, el 4% de los puestos lo genera la cadena azucarera, la vitivinícola 4%, tabaco 2%, pesca 2%. Estas son algunas cadenas regionales, que son muy importantes para el desarrollo económico de diferentes partes del país”, explicó la economista Nicolle Pisani Claro.

La especialista recalcó que todos los productos son consumidos “por los argentinos, pero también son requeridos por el mundo entero, por lo que también hacen que ingresen divisas con las exportaciones”. Precisó: “Decimos que es una rueda de empleo porque eso es lo que va generando: más empleo, más producción, mejor calidad de vida, menos pobreza, una cosa va llevando a la otra”.

El reporte destacó el potencial de las cadenas como generadoras de trabajo para aportar al empleo nacional, de la mano de las producciones regionales, pecuarias, agrícolas y de la mano de políticas que incentiven la producción para emplear cada vez más trabajadores. “Que crezca el agro es crucial, pero también que crezcan las demás actividades para, entre todos, poder traccionar en conjunto y atacar el problema de raíz que tiene la Argentina que es la pobreza”, dijo Pisani Claro.

 

 

 

 

Fuente: La Nación