El secretario de Relaciones Económicas Internacionales expresó que el bloque cumplió una etapa y se debe discutir su futuro.

Finalizando marzo, el Mercosur celebró 30 años desde su creación. Los países miembros, Uruguay, Paraguay, Brasil y Paraguay llevaron a cabo un encuentro de presidentes donde discutieron el futuro del bloque y destacaron la importancia de rever los aranceles extra Mercosur.

Durante los festejos por las tres décadas, los presidentes de Argentina y Uruguay expresaron sus diferencias en relación a las negociaciones por fuera del bloque. Por otra parte, se puso sobre la mesa el arancel externo común.

En este sentido, el Secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme, expresó que el Mercosur cumplió una etapa y debe discutir cuál va a ser la agenda del futuro. “Argentina tiene armada una propuesta de reducción del arancel externo común (AEC) en un conjunto de bienes y productos que apuntan a consolidar la competitividad a través de bajar aranceles en insumos y no en bienes finales», aseguró en una entrevista radial a LT3.

Neme sostuvo que la propuesta busca reducir el AEC en una serie de insumos que contribuyan a mejorar la cadena productiva. “Tenemos que continuar defendiendo una serie de sectores sensibles que tenemos en la economía, defender el empleo, los procesos de agregación de valor, incorporación de tecnologías, y eso lo podemos hacer si entendemos que el mundo no está abierto, ya que en el marco de la pandemia el mundo tiene más restricciones que antes»., enfatizó

En cuanto al pedido del presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, Neme sostuvo que hay una posición clara respecto a las negociaciones externas; en este sentido pidió ser cuidadosos en la forma que se plantean los términos.

«La flexibilización que se planteó no tiene el contenido ni la fórmula. El otro día dije claramente que la administración pública es estricta: si uno plantea flexibilizar tiene que decir cómo quiere flexibilizar, no se puede plantear que la flexibilización en sí misma contribuye a la competitividad de la región. Tampoco abrirse constituye un factor de competitividad», sostuvo Neme.

No se trata de abrirse al mundo, argumentó Neme, sino de estar conectado. “La conexión con el mundo supone un ida y vuelta, hay una vía que va y otra que vuelve. La relación tiene que ser recíproca. Abrirse pasivamente supone destruir una parte de nuestro aparato productivo. Es una experiencia que la tuvimos con Martínez de Hoz y con Cavallo, las dos experiencias fueron negativas para nuestro proceso de industrialización, concluyó el secretario.»

Fuente: Agrofy News